Un perfume tiene la capacidad de expresar mucho sobre nosotros y nuestra personalidad, tal como lo hace por ejemplo un vestido o un accesorio, es capaz de comunicar algo sobre nosotros y nuestro mundo, incluso antes de que podamos hacerlo nosotros mismos con gestos y palabras.
La fragancia es un detalle invisible pero precioso de nuestro look, capaz de darnos carácter y personalidad y revelar algo sobre nosotros mismos y nuestro mundo. De hecho, como un accesorio o un vestido, incluso puede revelar silenciosamente muchos más detalles de los que podemos pensar. El color y alma de su fragancia, la intensidad y predominio de notas afrutadas, florales o cítricas por ejemplo, son todas pequeñas pistas que las personas que nos rodean pueden captar, de forma más o menos consciente, llegando a identificar algún aspecto íntimo de nuestro forma de ser. Por eso es tan importante elegir un perfume que se adapte a nosotros y a nuestra personalidad que, al igual que un vestido, nos haga sentir completamente a gusto.
Pero, ¿Cómo elegir el perfume adecuado entre los cientos de productos de primor?
¡Aquí compartimos algunos consejos que te ayudarán a encontrar la fragancia adecuada para ti!
Déjate guiar por el instinto y los olores que te agradan
Para elegir el perfume adecuado, primero se debe partir de una suposición muy simple: inspirarnos en lo que nos gusta. De hecho, no hay reglas científicas que seguir, lo que debe motivarnos a la hora de elegir un perfume es más bien el instinto y nuestro gusto personal.
Además, para que la elección sea más consciente, sería bueno tener un mínimo de conocimiento de las diversas esencias que tenemos disponibles, tener claro aquellas que sentimos nuestras y aquellas que no nos reflejan.
Encontrar la esencia que amas
Identificar la familia olfativa que más nos gusta es ya un excelente primer paso para ir en la dirección correcta.
A continuación algunos ejemplos de esencias: floral, afrutada, ambarina, cítrica, aromática y oriental.
Estas son solo algunas de las esencias principales, cada una de las cuales tiene características bien marcadas y reconocibles: en algunas predomina la dulzura y delicadeza, en otras una nota más cálida y especiada, en otras sugerencias exóticas o sabores agridulces, para otras finalmente, una sensación de frescura o una nota fuerte y con carácter. La única forma de entender esto es oler la fragancia y sentir que está en el lugar correcto. Aquí encontrarás una pequeña prueba , para saber qué perfume se adapta mejor a tu personalidad.
Aprender a reconocer las notas de un perfume
Un perfume es como un lenguaje, que revela más sobre sí mismo: es necesario saber escucharlo. Y para hacer eso, necesitas poder entenderlo. Por eso, tras identificar las esencias principales, no podemos dejar de hablar de las notas de un perfume.
Son tres notas de las que se constituye cada perfume, una auténtica pirámide olfativa dividida en tres partes:
- Notas de salida: se sienten inmediatamente después de rociar el perfume, y son frescas, ligeras y efímeras;
- Notas de corazón: más voluptuosas, aparecen en pocos minutos;
- Base notas: consistentes y profundas, que hacen que el perfume pase con el tiempo.
- Es después de una hora, cuando aparecieron los tres tipos de notas, se puede sentir el verdadero olor de un perfume.
Elegir la fórmula correcta
Además de la esencia y las notas de un perfume, también es importante elegir la fórmula adecuada. Eau de toilette, agua perfumada, eau de parfum o perfume. Los dos primeros son más delicados y dejan una estela discreta, mientras que el eau de parfum y el perfume son decididamente más característicos y dejan una estela más intensa y perceptible. Nuevamente, aquí el consejo es dejarse llevar por tus preferencias, pero ten cuidado de considerar también las circunstancias y factores externos.
Un pequeño secreto, si el clima es más cálido, mejor no exceder la intensidad de la fragancia y optar por un perfume más delicado y ligero que sin duda será más agradable.
Probar el perfume con cuidado
Pasamos ahora, después de un poco de información teórica, a cosas más prácticas. Prueba el perfume, pero intenta probarlo en las zonas donde sientes los latidos del corazón, como el cuello y la muñeca, porque al liberar más calor ayudan a intensificar la fragancia. Luego espera al menos media hora para que puedas oler el perfume en toda su esencia y con sus tres notas.
Es un tiempo razonable que te permitirá valorar con certeza si realmente te gusta, así como la intensidad y duración que tiene sobre ti.
Tómate el tiempo para elegir el perfume
Lo ideal sería tener un tiempo para pensar antes de proceder con la compra para conocer en profundidad el perfume que estás eligiendo. Entonces, toma distintas muestras de perfumes y pruébalas en diferentes momentos, luego haz sus evaluaciones; si estás en una perfumería, usa el clásico truco de aplicar perfume en las tiras de cartón, pero antes de pasar de una a otra deja que pasen unos segundos. Luego déjalo reposar un rato y vuelve a sentirlo más tarde, de esta forma podrás evaluar mejor las fragancias.
También puede suceder que una fragancia te cautive instantáneamente; en ese caso, confía en tu instinto y elígelo sin demasiadas dudas. Recuerda, necesitas sentir un toque de magia para entender que este es el perfume adecuado y un poco de puro instinto nunca está de más.
Aplicar en las áreas correctas
No te excedas en cantidad y opta por aplicarlo en las zonas adecuadas, aquellas en las que el perfume se difunde con mayor facilidad e intensidad debido al calor: el cuello, la nuca, el escote, detrás de las orejas y en las muñecas.
También puedes perfumar tu ropa para conseguir una estela ligera, pero incluso en este caso, déjate guiar por la medida.
No olvides que un perfume debe revelarse con delicadeza: dos o tres pulverizaciones son suficientes para permanecer fragante durante todo el día.
Guardar el perfume con cuidado
Recuerda que la luz, el calor, los cambios de temperatura alteran el olor. Mantén las botellas lejos de la humedad, en el embalaje original.
Un perfume bien conservado dura de dos a cinco años. Sin embargo, cuando el perfume ya ha comenzado, la presencia de aire modifica sus propiedades. En cambio, una botella sin abrir se mantendrá durante años: el color del perfume puede cambiar, pero eso no significa que la fragancia se arruine.